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La hipnosis se vale de técnicas de relajación y sugestión para producir un estado modificado de la conciencia y conseguir en el sujeto un cambio de aptitudes y/o actitudes para afrontar con éxito las dificultades por la que está pasando.

Personalmente la utilizo como una herramienta más en mi arsenal terapéutico y no de manera exclusiva. No es una panacea que puede resolver cualquier  problema en cualquier persona. Considero importante el analizar previamente las dificultades por las que consulta el cliente y sus características personales para determinar qué estrategia terapéutica es la más idónea.

Es frecuente que, bien por desconocimiento o por algunos programas televisivos, la gente piense que una persona hipnotizada pierde por completo el control de su voluntad y que puede realizar conductas poco apropiadas o en contra de sus principios. Quisiera dejar bien claro que en ningún momento en estado hipnótico se pierde la consciencia y la voluntad  y que, si hay algo que le resulte molesto o siente que su integridad física o psíquica está siendo amenazada, el cliente sale de inmediato del estado de trance.

Ese estado de trance que se consigue mediante la hipnosis es algo que ocurre en varias ocasiones de forma natural en todas las personas a lo largo del día como al leer un libro, ver una puesta de sol o en momentos de gran relajación. Lo que hace la hipnosis es provocar esos estados de relajación y bienestar para que la mente funcione de tal manera que es posible acceder a recursos internos pero bloqueados.

Utilizada adecuadamente en la persona y caso específico, puede conseguir muy buenos resultados en poco tiempo. Insisto en que soy yo, como terapeuta, el que propone realizar esta técnica si la considero adecuada a la persona y el caso y no por una demanda del cliente.

La Hipnosis Ericksoniana fue desarrollada por el psiquiatra Milton Erickson, como una herramienta para alcanzar distintos estados de relajación, pasando por sucesivos grados de mayor a menor profundidad, en los que la participación activa del cliente es fundamental para el proceso.

Se diferencia de la hipnosis tradicional o clásica en que ésta última, es la típica de los espectáculos y se alcanza a través de un proceso de sugestión.

Durante la Hipnosis Ericksoniana, se consigue guiar el subconsciente del paciente mediante lenguaje simbólico o una conversación, para que pueda encontrar la solución a ese problema que tanto lo angustia. La consciencia se mantiene durante la hipnosis.

Sin embargo, aunque cualquiera puede ser hipnotizado, la forma de llegar y acceder al subconsciente de cada persona será distinta. No obstante, durante todo el proceso de terapia, la libertad y la integridad del cliente son respetadas en todo momento.

La eficacia de la Hipnosis Ericksoniana es bien conocida para combatir ciertas disfunciones sexuales, estrés, problemas de ansiedad e incluso, dependencias a sustancias (como drogas, tabaco o alcohol), por lo que es utilizada en el ámbito de psicoterapia y la medicina.

Si tiene alguna duda al respecto, no dude en ponerse en contacto conmigo y estaré encantado de atenderle personalmente.