Enero ya está aquí, y con él, la temida adicción a las rebajas que experimentan los consumidores en una proporción mayor a la que se espera. Hoy hablamos con más detenimiento de este fenómeno psicológico.
El periodo de rebajas es capaz de estimular nuestro cerebro, y en concreto, ciertas áreas asociadas al placer y la recompensa, al encontrar de forma indirecta un descuento en el precio normal de los artículos que normalmente adquirimos.
El objetivo que espera cualquier marca o comercio es estimular las ventas de una forma exponencial, con respecto a cualquier otra época del año. Sin embargo, en ciertas personas el «fenómeno rebajas» tienen un impacto negativo, generando una adicción silenciosa que en la mayoría de ocasiones pasa totalmente desapercibida para el entorno más cercano de la persona que lo sufre.
A pesar de que no existe un perfil definido asociado a este tipo de conductos, los consumidores que experimentan la adicción a las rebajas suelen padecer de trastornos o episodios de ansiedad generalizada, en los que la compra intenta paliar este sentimiento de angustia exacerbada.
Ese momento en el que la persona adquiere el artículo, le permite ausentarse por instantes del malestar que lleva en su vida, sintiéndose satisfecho de la oferta o el precio reducido que ha conseguido. En definitiva, se sobreentiende a nivel psicológico, como si de un triunfo o premio se tratara.
El problema llega cuando esta conducta se repite de forma sistemática, hasta el punto de comenzar a malgastar dinero en productos innecesarios, y generar un sentimiento de vergüenza que aísla al individuo.
Ahora bien, es muy importante que la persona sea consciente en todo momento de que este tipo de emociones dañinas y tóxicas tienen solución. Deja de sufrir en silencio y si experimentas estos sentimientos ponte en contacto con un profesional.
Puedes consultar personalmente conmigo para lo que necesites.
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