¿Sabías que la oxitocina, es la hormona del amor por los múltiples efectos que tiene en nosotros a nivel psicológico? Y es que, el bienestar y la felicidad nunca habían estado tan cerca… ¡Y tan dentro de nosotros!
A modo de resumen, podemos decir que la oxitocina es una hormona de carácter proteico, que segregada por ciertas células nerviosas en regiones del cerebro, pasa a la zona posterior de la hipófisis, y posteriormente se dispersa por el torrente sanguíneo, alcanzando sus órganos diana.
No obstante, su importancia radica en la enorme sensibilidad de sus receptores a la concentración de hormona. De esta forma, en cada una de las células de nuestro cuerpo que son sensibles a ella, se recibe un mensaje diferente dedicado a cumplir una función concreta.
Desde siempre se ha sabido que la oxitocina es la encargada de regular múltiples procesos fisiológicos como las contracciones uterinas, la secreción de leche, etc. Sin embargo, algo que sorprendió tanto a médicos como psicólogos fue su capacidad de modificar respuestas psicológicas. Y tanto es así, que ha llegado incluso a administrarse en enfermos autistas, para mejorar su calidad de vida.
Se observó, que la oxitocina producida durante el parto y la lactancia, era la causante de gran parte del vínculo afectivo que se crea entre un hijo y su madre nada más nacer. Así mismo, se estudió una posible influencia de la hormona en las relaciones sexuales, puesto que su liberación podría determinar un mayor acercamiento entre las parejas monógamas.
¿Y cuál es la receta «mágica» para secretar oxitocina? Un mínimo de 10 abrazos al día, compartirlos con una persona querida, disfrutar de su charla y compañía… Y de vez en cuando, ¡alegrarse con un buen beso! ;D
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