Muchas veces nos preguntamos cómo identificar la vigorexia y los síntomas en las personas que lo padecen antes de que sea demasiado tarde.
Lo que en un principio comienza siendo una afición pasajera e incluso saludable, empieza a adquirir un matiz peligroso cuando deja de ser algo placentero y se convierte en una obsesión. En ese momento, la persona empieza a mostrar cambios anímicos más o menos severos, que se evidencian en el momento en el que el vigoréxico no se encuentra ante la práctica deportiva.
Cuando debe acudir al trabajo, pasar un rato con la familia… es posible que se sienta inquieto y nervioso, con la mente ocupada en otro tipo de preocupaciones relacionadas con el deporte. Sin embargo, su carácter cambia a más alegría y positividad cuando acude a su gimnasio, se encuentra con el grupo de amigos con el que practica ejercicio, etc.
La vigorexia es un transtorno psicológico que afecta en mayor medida a la población masculina, y posee ciertos rasgos obsesivos compulsivos. Los individuos que la padecen suelen mostrar problemas de inseguridad psicológica y falta de confianza en sí mismos, que intentan ocultar sintiéndose más poderosos con el ejercicio y aumentando en masa muscular.
Así mismo, identificar la vigorexia es importante ya que la enfermedad no se involucra únicamente en el ámbito deportivo, sino que puede terminar conllevando problemas más severos en la alimentación, relacionados con la desnutrición, anabolizantes, dietas con muy bajo contenido en grasas o hiperproteicas que puedan dañar el riñón y otros órganos.
Ciertas investigaciones han vinculado la presencia de la vigorexia con anomalías en la producción normal de serotonina (la hormona de la felicidad) en el cerebro. De ahí, que en ocasiones se administren a los pacientes, medicamentos con este principio activo.
Lo más importante es no minimizar su posible efecto e identificar la vigorexia con la máxima rapidez posible. Si tienes cualquier duda, consúltame sin compromiso.
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